
Sin exagerar y para ser exactos, los cigarrillo contienen 4.027 químicos, de los cuales 200 son venenos conocidos y 60 son cancerígenos. LA NICOTINA y EL ALQUITRÁN son las sustancias más nocivas.
La Nicotina es un poderoso estimulante. Es la que proporciona el sabor al cigarrillo y obliga a la persona a querer cada vez mayor cantidad. Después de inhalar la Nicotina, el flujo sanguíneo va
acumulando la sustancia en cada célula del organismo y a medida que el tiempo pasa, las células se acostumbran y piden más al cuerpo. Por ello, el fumador se vuelve irritable y nervioso; con el cigarrillo se "calma" y la Nicotina se convierte en un "tranquilizante" semejante a la cafeína. La experiencia demuestra que la nicotina está entre las drogas que crean mayor adicción, junto con la heroína y la cafeína.
El alquitrán destruye los miles de sacos ó alvéolos que el pulmón tiene para extraer el oxígeno del aire. Esta destrucción origina una enfermedad penosa e incurable: El enfisema pulmonar ó Asma del fumador. La persona con enfisema muere ahogada. En EEUU, los científicos en la autopsia han encontrado pulmones completamente negros, cubiertos por esta "brea". Así terminan los pulmones de un fumador...
Un cigarrillo contiene 20 miligramos de alquitrán y una persona que fuma dos paquetes diarios lleva a sus pulmones 400 miligramos de alquitrán, que en un año corresponde a 146.000 mg.
Cada cigarrillo produce 80 cm3 de monóxido de carbono que reduce en un 10% la capacidad de transporte de oxígeno sanguíneo. Cuanto mayor es el número de cigarrillos y más prolongado es el tiempo de fumador, mayor será el daño de la salud. Y lejos de creer que la pipa no supone riesgos, los cigarros y la pipa son igualmente perjudiciales.
El cigarrillo, además, contiene otros tóxicos: amoníaco, alcohol metílico, ácido clorhídrico, furfural, aldehídos, arsénico y polonio radioactivo. La combustión del tabaco genera la formación de los llamados "radicales libres" que al combinarse con los tejidos con los que toman contacto los lesionan.

El monóxido de carbono presente en el cigarrillo, se mezcla con la hemoglobina de la sangre , produciendo una sustancia llamada Carboxihemoglobina, la cual impide la conducción del oxígeno en la sangre. Todo esto ayuda al desarrollo arterioesclerótico, ya que las arterias se llenan de placas grasosas y se vuelven rígidas
CIANURO DE HIDROGENO
Esta sustancia paraliza las bellosidades que cubren los pulmones y que le sirven para defenderse de materias extrañas. Por esta razón los venenos entran rápidamente al pulmón. De ahí que organismo del fumador se defienda obligándolo a toser.
El riesgo de sufrir un infarto es 3 veces mayor en los fumadores que en los no fumadores
En nuestro país mueren más de 40 mil personas por año por causas originadas en el tabaquismo. La cifra adquiere dimensiones alarmantes si se considera que a nivel mundial el número de muertes asciende a más de 3 millones estimándose que, si la tendencia no cambia, para finales de 2005 la cantidad aumentará a 10 millones, de los cuales 7 millones provendrán de países en vías de desarrollo. Este aumento se deberá en gran parte a la creciente aceptación del cigarrillo en jóvenes y mujeres. (Los datos surgen de la Comisión Tabaco o Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Desde allí se indica que la adicción al tabaco es causa de enfermedades cardíacas, respiratorias, tumores cancerígenos, problemas en el embarazo y la lactancia y otras afecciones como trastornos en el sentido del gusto y de la visión, entre otros)
Cada vez que fumes pensá en tus órganos:
- Pulmones. El tabaco causa el 90% de los casos de cáncer de pulmón, un 75% de los enfisemas y las bronquitis crónicas (conocidas en conjunto como EPOC) y de un 25% de las dolencias cardíacas isquémicas.
- Pelo. Además, el pelo de un fumador sufre de olor y decoloración.
- Ojos. Tienen picores, lagrimeo y parpadeo excesivo. También se cita como causa de degeneración macular (afección de la retina que disminuye la visión central de manera irreparable) y cataratas (opacidad del cristalino de ojo).
- Sistema nervioso. El cigarrillo predispone al derrame cerebral, y como adicción tiene una dinámica capaz de producir el síndrome de abstinencia al tratar de dejarlo.
- Oídos. Pueden padecer infecciones e incluso sordera parcial.

- Boca. La boca y la garganta son víctimas del cigarrillo: cáncer de labios, boca, garganta y laringe. También se produce faringitis, mal aliento y disminución de la capacidad gustativa. Los dientes se decoloran y presentan manchas, sarro, piezas dentales flojas, raíces y superficies cariadas y enfermedad en las encías (gingivitis).
- Hígado. El cigarrillo predispone al cáncer en este órgano, al igual que en los riñones y la vejiga.
- Genitales. Los espermatozoides pierden calidad: varían su forma, pierden movilidad, se reducen en número, lo cual disminuye la capacidad reproductiva del varón. Las mujeres tienen menstruaciones más dolorosas, adelanto de la menopausia. Y adquieren más propensión a sufrir cáncer de cuello uterino y esterilidad.
- Piel. Se pierde el tono cutáneo, aparecen arrugas prematuras, envejecimiento y se favorece la psoriasis. Las manos sufren de mala circulación (dedos fríos), hay insuficiencia venosa periférica y los dedos se manchan con alquitrán.
- Arterias. Las arterias del corazón se dañan, se bloquean y se debilitan. Eso predispone a la trombosis coronaria. - Aparato digestivo. El cigarrillo produce cáncer de esófago. En tanto, en el abdomen aparecen úlceras de estómago y duodeno, cáncer gástrico y de duodeno, aneurisma aórtico y cáncer de colon.
- Huesos. Entre las personas que fuman hay mayor índice de osteoporosis y fracturas de cadera.
- Circulación. Insuficiencia venosa periférica (várices). El sistema inmunológico disminuye su resistencia a las infecciones. A su vez, hay dificultades en la curación de heridas y una deficiente recuperación postoperatoria.
- Embarazo. "Los chicos de madres fumadoras nacen con menos talla, con menos peso, tienen mayor incidencia de muerte súbita del lactante y mayor frecuencia y gravedad de enfermedades respiratorias. Tienen más crisis de asma y de probabilidades de neumonías bajas", señala el presidente de la Asociación Argentina Tabacológica, ASAT, e integrante de la Unión Antitabáquica Argentina, UATA, Fernando Verra. Para Verra, es fundamental que la Argentina ratifique el denominado Convenio Marco para el Control del Tabaco, una iniciativa de la OMS, que el país firmó en 2003.
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