"La izquierda continúa romantizando a la pobreza y demonizando a la policía, perdiendo de vista que el estado recluta sus agentes entre los sectores populares, aquellos que, frente al delito depredatorio cometido por “pibes chorros” (Tonkonoff; 2005 y Míguez; 2009) y “delincuentes amateurs” (Kessler; 2003), provenientes de los mismos sectores populares, no tienen pelos en la lengua para pedir –en muchos casos- que hace falta más seguridad, es decir, más policía." (Esteban Rodriguez Alzueta)