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"Para que la racionalidad del debate pueda existir, tal y como preconizaba la teoría liberal clásica, no basta la libertad formal de todos los ciudadanos para intervenir. Es preciso también que todos los participantes estén dotados de canales de información eficaces para conocer a fondo la realidad en torno a la que discuten. Requieren además una 'conciencia crítica' que les mantenga alerta y les impulse a aceptar el esfuerzo de analizar con rigor los problemas públicos. Unos ciudadanos despreocupados por la calidad de las informaciones de actualidad que reciben, ignorantes del grado de superficialidad y escasez de las explicaciones de la actualidad pública que llegan a recibir, es un público desposeído de capacidad real de participación" (José Luis Dader)

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EL PODER DEL GRUPO PLAZA




















Lo siguiente son extractos de la publicación "TBA y el Grupo Cirigliano, La quintaesencia del empresario argentino" de Sebastián Cinquerrui y Asesores.



El Grupo Cirigliano es un grupo empresario con fuertes vinculaciones con el poder político, que en una década creció de manera significativa, aumentando su patrimonio y el tamaño e importancia de sus negocios.

Éste grupo económico, que a comienzo de los años 90’ solo poseía dos líneas de colectivos urbanas, la líneas 61 y la 62, crece considerablemente durante la pasada década diversificándose y expandiendo sus negocios en varias áreas: transportes (Grupo Plaza), concesiones públicas (TBA, Trenes de Buenos Aires), seguros (Lua La porteña), construcción de material ferroviario (Emfersa), construcción de carrocerías de buses (Tatsa), incluso incursiona participando en concesiones públicas en el exterior (Opportrans, Metro de Río de Janeiro).

Hoy este grupo sigue creciendo y se atreve a nuevos negocios, puntualmente el aerocomercial, a
través de la adquisición de la aerolínea Southern Winds. Pero este grupo manifiesta una
particular contradicción, ya que si bien posee y dirige un importante número de empresas y compañías que lo nutren con una importante facturación, el nivel de inversión y mantenimiento en la concesión de TBA, así como la calidad del servicio prestado, es muy deficitaria, a pesar de los importantes beneficios económicos recibidos en materia de subsidios estatales concedidos tanto a TBA como al Grupo Plaza.

Dados los reiterados incumplimientos en materia de inversiones y mantenimiento, detectados
por la Auditoría General de la Nación, este grupo empresario no parece ser el mas indicado para desarrollar un emprendimiento del tipo aerocomercial dados los requerimientos propios de este sector en materia de responsabilidad, seguridad, mantenimiento e inversión, todos elementos que son materia pendiente en la operatoria empresaria de este grupo.

La matriz operatoria de este grupo empresario fue utilizar su influencia política para
recibir prebendas, en el caso que nos ocupa, la concesión de las líneas ferroviarias Mitre
y Sarmiento (hoy TBA) y bajo el amparo cómplice del poder político actuante, quien
pese a las denuncias de irregularidades formuladas por parte de los órganos de control
nada hizo y dejó hacer, utilizar una importante parte de los fondos generados por el
gerenciamiento de esta empresa (ya sea por la vía de las utilidades obtenidas o por los
subsidios estatales otorgados), extraer parte de esos fondos (que por contrato debían ser
utilizados en el mantenimiento y mejoramiento del servicio) para redirigirlos y
trasladarlos a negocios propios del grupo, ya sea ampliando el tamaño y estructura de
las propias empresas o expandiéndose a nuevas áreas.

Es decir, se hicieron negocios propios con dinero proveniente del Estado destinado originariamente a financiar la operatoria del servicio ferroviario concesionado. Al proceder de esta forma se actuaba en perjuicio de los intereses del estado y en detrimento de la calidad del servicio prestado a los usuarios, ya que en virtud al reducido flujo de fondos disponibles para ser invertidos en la concesión, los servicios de ésta se vieron reducidos a un nivel de operatividad mínima.

En el mejor de los casos cumpliendo solo con lo exigido por contrato, sin intenciones de ampliación de los servicios, ya sea en la cantidad de formaciones por banda horaria, en la calidad del servicio ofrecido, en el nivel de confort, en el nivel de seguridad o en la garantía de operatividad. Esta modalidad de gerenciamiento conspira contra la posibilidad real de mantener en el tiempo este tipo de gestión, extractiva, sin que el normal funcionamiento del servicio se vea seriamente perjudicado. Esta modalidad de gerenciamiento solo es posible mediante el constante aporte de capital por parte del estado a través de los subsidios al transporte y a una actitud cómplice por parte de los funcionarios del área y de los responsables máximos en el poder político.

Pero la actitud depredatoria de los recursos del estado no solo se limita a los subsidios, de los que el Grupo Cirigliano se nutre, otras veces se torna más directa, como en el caso de las denuncias por venta ilegal de material ferroviario.

Estas denuncias contra TBA fueron formuladas por varias de las asociaciones gremiales de
trabajadores ferroviarios, quienes revelaban que tanto TBA como otras empresas de ferrocarriles privatizadas, con la anuencia y silencio del E.N.A.B.I.E.F (Empresa Nacional de Bienes Ferroviarios, en la actualidad bajo la orbita del O.N.A.B.E (Organismo Nacional de Bienes del Estado), se apropiaron y vendieron maquinaria, tornos, raíles, boguies, durmientes, metales, material de rezago vario, herramientas y hasta vagones completos, materiales que fueron apropiados y sustraídos de los talleres y depósitos ferroviarios, como el instalado en la localidad de Victoria. Estos actos constituyen un delito ya que la empresa concesionaria no posee ningún tipo de derechos sobre el material entregado en custodia, todos esos bienes no pertenecían a la empresa sino que eran bienes patrimonio del estado, siendo su venta una apropiación indebida.

(1) Actuaciones AGN N° 201/03; AGN N° 2002-092

Pero la costumbre de hacer uso y abuso de la paciencia y de los fondos del estado por parte de TBA no es nueva. En el año 1998 TBA realizó compras con sobreprecios del orden del 4000 %, como fue el caso del programa de renovación y puesta a punto del material rodante y del parque tractor de la empresa, material de origen japonés marca Toshiba fabricados durante la década del 60´.

En esa oportunidad, ante una denuncia periodística formulada por el diario Página 12, intervino la justicia y se realizaron una serie de allanamientos a cargo del Juez Urso. Tanto las oficinas de la empresa como las oficinas de Ferrocarriles Metropolitanos Sociedad Anónima (Femesa), de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), del Ente Nacional de Administración de Bienes Ferroviarios (Enabief) y del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (Onabe) fueron allanados y se retiró documentación vinculada.

Según el artículo periodístico se trató de un negociado entre la empresa y los funcionarios públicos a cargo de controlar a la misma. Los sobreprecios pagados llegaban a superar en cuarenta veces los precios del mercado. El siguiente párrafo pertenece al artículo periodístico:

“…Ese programa de modernización es solventado por el Estado a través de subsidios. En
el momento de la privatización de los trenes, en 1991 –a pesar de que los privados recién se
hicieron cargo en el ‘95– TBA propuso el programa de recauchutaje de coches y el Estado lo
refrendó. En ese plan constaban precios hasta un 3926,7 por ciento superiores a los valores promedio de mercado. Ese fue el caso de los grifos de bronces, presupuestados a 138,90 pesos cada uno contra 3,45 del valor de plaza. El Estado también pagó 1782 pesos por cada ventana de costado de los coches, seis veces más de lo que cuesta en el mercado. Y 89 pesos
por cartelitos con la leyenda “Prohibido Fumar…”(4)

Pero, ¿cuál es el verdadero poder económico del Grupo Cirigliano? Para darnos una
idea y realizar una proyección aproximada de dicho poder económico, sabemos que a fines de 1999 el Grupo Cirigliano facturaba por un monto no menor a los 600 millones de dólares, esta era la facturación total de las empresas que forman parte del grupo, a través de una importante participación accionaria en las siguientes empresas vinculadas al transporte y a los seguros:

Cometrans S.A.

Tatsa S.A. (carrocerías de buses)

Emfersa S.A.(material ferroviario)

TBA Trenes de Buenos Aires 77%

Metrovías 38%

Opportrans (metro de Río de
Janeiro) 40%

Grupo Plaza (líneas 36, 61, 62, 104, 114, 124, 133, 140, 141, 142 y 553)
-Transporte Mariano Moreno
-Transporte Mayo
-Transporte San Vicente
-Transporte Vuelta de Rocha
-Servicio a la Costa Atlántica 100%

-Lua La Porteña Seguros
-Lua Vida
-Lua Salud
-Lua Mandataria 58%

Inverstar(Fondo de Inversiones)


El crecimiento del poder económico del grupo fue constante durante toda la década pasada (Menemista). Su capacidad de expansión llegó incluso a atravesar las fronteras nacionales.

Los Cirigliano están acostumbrados a reunirse con presidentes, ministros y altos funcionarios, participar de las comitivas oficiales en los viajes de negocios, y a ser consultados por el gobierno ante decisiones clave en materia económica. Durante los años 90’, época en la que forjaron su poderío económico, se los solía ver en compañía del entonces presidente Carlos Menem compartiendo partidos de golf seguidos por reuniones en donde se solía hablar de negocios.

Durante el gobierno de la Alianza, al asumir como ministro de economía Ricardo López Murphy en marzo del 2001, Sergio Cirigliano fue uno de los invitados a la reunión que De la Rua, López Murphy y Cristian Colombo tuvieron con los representantes del empresariado argentino, el día 6 de marzo de 2001 en la Casa Rosada, con motivo de la presentación en sociedad del nuevo ministro de economía y con la intención de comunicarles personalmente las nuevas medidas económicas a implementar. Luego, a mediados del año 2001 Sergio Cirigliano es invitado para formar parte de la comitiva de empresarios argentinos que viajaron a Canadá y a China
acompañando al presidente De la Rua.

Su participación en las reuniones clave entre poder político y poder económico se repitió el 31 de octubre de 2002 cuando empresarios y sindicalistas del transporte se reunieron con el presidente Eduardo Duhalde para manifestarle su preocupación por la propuesta formulada desde el Ministerio de Obras Publicas de reducir los subsidios que se entregan al sector por intermedio de la Secretaría de Transporte. Como lo indica la crónica periodística, esta propuesta fue rápidamente descartada, en un intento de llevar tranquilidad a los empresarios del sector:

“BUENOS AIRES, oct 31 (DyN) - El Gobierno debió dar hoy marcha atrás a una propuesta lanzada por el área de Obras Públicas para proceder a la reducción del subsidio que el estado le concede al transporte en general. La pretensión del sector de Obras Públicas, que comanda el asesor presidencial Hugo Toledo, no prosperó ante una fuerte presión promovida durante la jornada de hoy por parte de empresarios y sindicalistas del autotransporte de pasajeros, ferroviarios y de cargas amenazaron. Así, las autoridades nacionales -tras una mediación del propio presidente Eduardo Duhalde- debieron garantizar que no habrá recortes en los subsidios que benefician al transporte de pasajeros y de carga, luego de que empresarios y sindicalistas amenazaran con paralizar los servicios. El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, les aseguró esta tarde a los representantes del sector del transporte que el dinero para realizar obras públicas no se restará de los fondos que el Estado aporta al transporte para subsidiar el precio del gasoil, monto que representa unos 800 millones de pesos anuales. A la reunión realizada en la Casa Rosada asistieron varios empresarios, entre ellos Héctor Tilve (FATP), Sergio Cirigliano (TBA), Juan Vázquez y Norberto Canegallo, y sindicalistas como Hugo Moyano (camioneros), José Pedraza (trenes) y Juan Manuel Palacios (colectiveros).” (Los Andes Online, 31.10.2002 reproduciendo una nota de DyN)


OTRAS COSAS QUE AYUDAN A FORMAR UN PENSAMIENTO NEGATIVO SOBRE LA EMPRESA:

El siguiente es un comunicado difundido por la agrupación ferroviaria “La Chispa
Ferroviaria”:

“Los ferroviarios venimos advirtiendo al gobierno, periodismo y pasajeros que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) podía ser la nueva Crogmañón". Hoy se demuestran en forma concreta nuestras denuncias a esta empresa dirigida por la familia Cirigliano (protegidos del gobierno), (…) una formación en Castelar tuvo un incendio, voló una de las tapas del piso del 16 vagón; hubo fuego, mucho humo, y por supuesto la empresa se borro y dejó a la gente que salga como pueda".


CLAUDIO Y MARIO CIRIGLIANO LACRAS, CERDOS CAPITALISTAS!!! Les voy a dedicar cada post que pueda hasta que dejen de enriquecerse con el pueblo y devuelvan toda la guita que afanaron, afanan y afanarán (porque vivimos en un país justo, vio)

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