Doscientascincuenta personas por vagon, suciedad, demoras recurrentes, ausencia de personal de seguridad.... Con calor, con asfixia, con impotencia... Así es como viaja día a día una persona cualquiera en un tren devastado y corroido por la privatización. Propio de un servicio infame, se caga cotidianamente en miles y miles de pasajeros que buscan llegar a sus trabajos o en los que encuentran en el tren un medio más barato para moverse. Es que esta situacion la describió perfectamente un entrevistado que viajaba en condiciones de hacinamiento: "Para cobrarte la guita del pasaje está toda la empresa (refiriendose a Metropolitano TMR), pero a la hora de las comodidades, la modalidad de la prestacion, el mantenimiento de los vagones, las vías y la seguridad se lavan todos las manos"
"El furor de la destrucción es al mismo tiempo un furor creador" - Mijail Bakunin
La gente está harta de las mismas promesas de siempre (como las que se hicieron cuando el ferrocarril dejó de estar en manos del Estado), esta podrida de viajar como ganado. Estó se tradució ayer en Haedo con una explosión de todo ese malestar acumulado durante años.
El que siembra mierda cosechará rebelión. Si ellos no hacen nada encontrarán respuestas. Que viva la quema de trenes, que viva el caos porque es síntoma de libertad.
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