"El poder que se ejerce a través de la hegemonía es sutil, y más que a través de las declamaciones ideológicas - por ejemplo de los “mensajes” de los medios o del sistema educativo - se ejerce fundamentalmente a través de la producción de un modo de vida - en el que las prácticas vinculadas a la producción económica ocupan un lugar clave - donde las prácticas habituales, íntimamente ligadas a lo que llamamos cultura, inscriptas en la misma textura de la experiencia cotidiana, van a producir efectos decisivos sobre la manera en que esa sociedad percibe y reproduce una visión del mundo, de los objetos, de los hombres y de la historia. Es decir: una sociedad produce simultáneamente las formas de la vida práctica y las justificaciones teóricas que dan cuenta de las mismas." (Helena Alapin)